lunes, 4 de abril de 2016

Reseña 3: Mi lista de deseos, de Lori Nelson Spielman

¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que muy, muy bien. 
Hoy les traigo la reseña de mi última lectura, "Mi lista de deseos", de Lori Nelson Spielman. 

SINOPSIS:


Brett Bohlinger tiene un buen trabajo, un amplio loft, un novio irresistible. Parecería que no puede pedirle nada más a la vida. Pero su madre muere dejando un testamento con una condición única: para recibir su herencia, Brett debe completar la lista de objetivos que ella misma había escrito en un diario íntimo cuando tenía catorce años. Brett no consigue entender la decisión de su madre. Sus ilusiones de entonces no tienen nada que ver con sus ambiciones a los treinta y cuatro años. Algunas parecen imposibles: ¿cómo puede establecer una relación con su padre, que murió siete años antes? Otros, como ser una maestra maravillosa, le exigirían cambiar toda su vida. ¿Y qué hay de tener un bebé, o tal vez dos? ¿Y de enamorarse? Pero a medida que Brett se embarca en ese desconcertante viaje en busca de sus sueños adolescentes, va dándose cuenta de que los regalos más maravillosos de la vida tal vez se encuentren en los sitios menos pensados. Una novela inspiradora y optimista sobre la necesidad de cumplir los sueños en vida. 
RESEÑA:

Este libro lo adquirí a través de la página de Tematika.com, y lo venía añorando hace bastante, cuando vi que en varios blogs literarios lo recomendaban y daban buenas críticas sobre él. Cuando por fin llegó mi ejemplar, comencé a leerlo ese mismo día. Lo sorprendente es que no llevaba ni siquiera una página completa leída y ¡COMENCÉ A LLORAR! Pensaba en el vínculo que yo tengo con mi mamá, y en qué haría si un día ella me faltara. Justo esa semana comencé la facultad, y llevaba unos 6 o 7 capítulos leídos, así que debí dejarlo de lado por unos días. Cuando finalmente pude acomodarme con los tiempos, terminé de leerlo un domingo donde llovía torrencialmente en mi ciudad. Leí muchísimos capítulos y terminé con la vista agotada, pero ¡lo terminé!, y eso me hacía inmensamente feliz.
El libro cuenta la historia de Brett, una chica de 34 años con un loft de lujo, un novio que parece tener todo lo que una chica quiere, y un muy buen sustento económico gracias a que su madres es una gran empresaria. Ella acaba de perder a su mamá, la cual le deja como herencia una lista de deseos que la misma Brett escribió cuando tenía 14 años. En total son 20 deseos, pero hay algunos que Elizabeth (mamá de Brett) excluye y otros ya cumplidos, quedando 10 deseos más por concretar, entre los cuales se encuentran: tener un hijo, comprar un caballo, tener un perro, mejorar la relación con su padre, enamorarse, etc. Brett se siente totalmente anonadada y furiosa cuando recibe su “herencia”, ya que sus sueños y metas a los 14 años no eran ni son los mismos que ahora, que tiene 34. Por cada deseo cumplido, recibe una carta de su madre, y en algunas se revelan pistas sobre cómo lograr conseguir los objetivos que faltan. Gracias a dicha lista de deseos, Brett conoce a Brad Midar, el joven y apuesto abogado de su madre, el cual terminará convirtiéndose en una parte muy importante de su vida.
No quiero contar mucho de qué trata la historia en sí, porque no quiero hacer spoiler, quiero que la lean, que le den una oportunidad, porque realmente es de esos libros que dejan una enseñanza, que abren la mente y el corazón, y que nos hace ver que las cosas más pequeñas e insignificantes de la vida son las que de verdad importan, y que la felicidad está muy cerca si verdaderamente la buscamos.
En cuanto a mis preferencias, en la historia hay varios personajes varones, pero el que más me gustó fue el Sr. Burberry. Al ser psiquiatra, y al ser yo estudiante de psicología, me atrapó desde un principio, y amé el final.
El personaje femenino que más me gustó, sin dudas, es Brett, la protagonista, ya que durante el libro creció y dio un giro a su vida sin rendirse nunca, y eso la hace una mujer fuerte, segura y decidida.
Para finalizar, hoy, y a partir de ahora, voy a agregar a mis reseñas un semáforo literario:
Lo mejor de este libro: Sus enseñanzas, y las ganas que transmite de crear nuestra propia lista de deseos. Algo que destaco mucho también es su tapa, sus colores son tan frescos, que enamoran con solo tenerlo entre las manos.
Lo peor de este libro: Definitivamente, me hubiese gustado una última carta (para los que lo hayan leído, me van a entender).

Algo interesante: El Sr. Burberry, en todo sentido. 

¡Gracias por leerme! 
¡Hasta la próxima! 

Primera parte y capítulo I.

PRIMERA PARTE: EL SUEÑO.

Estoy con mis amigos en lo que pareciera ser una cabaña en la cordillera. Hace frío, afuera llueve, pero el clima es agradable para mí. Estamos en lo que pareciera ser la cocina de esa cabaña. Hay una mesa redonda, y alrededor están sentados Agustín, Valentina, Francisco, Julieta, y yo estoy en un rincón parada observándolos. Somos seis los que vinimos; nos cuento a todos, y falta uno: Bautista. No sé donde está, pero sé que me siento angustiada, triste, y que mis amigos también lo están, lo veo en sus caras de preocupación. De repente Agustín se para y camina de un lado a otro, inquieto, intranquilo, ansioso. En mi interior me pregunto dónde está Bautista, y por el comportamiento de mis amigos puedo percibir que le pasó algo, no sé qué, pero no es nada bueno. También sé que él no es sólo mi amigo, lo siento, y lo compruebo porque mi grado de angustia es desesperante, al no saber dónde ni cómo está.

CAPÍTULO 1:

Es verano, de noche, y estoy en mi casa esperando a que los chicos pasen por mí a buscarme. Me bañé, me vestí casual pero no informal, con un vestido, una campera de jean y unas lindas sandalias. Termino de peinarme y de ponerme unos aros y perfume, cuando recibo un mensaje de mi mejor amigo:
-          Agus: “Ya vamos. ¡Ponete linda!
-          Yo: Ok. ¡Ya estoy lista!
Salgo, cierro la puerta con llave y me quedo afuera tomando aire, mientras hago tiempo hasta que mis amigos lleguen. Finalmente, veo como los dos aparecen en el auto de Bautista, con la música fuerte, y Agustín con el vidrio bajo del lado del acompañante. Me quedo un segundo mirándolos a los dos, y sonrío.
-          ¡Dale querida! ¿Venís o no? – Me dice Agus.
-          ¡Sí, ahí voy!
-          ¡Hola Alu! Dale, subí que te vamos a llevar a pasear – Me dice Bautista.
Sí, así me dicen mis amigos, “Alu”. Me llamo Alina. En Google dice que mi nombre significa “atractiva y graciosa”. Nunca se me ocurrió preguntarles a mis papás por qué me llamaron así, algún día les voy a preguntar.
Bueno, volvamos a mis amigos y a nuestro paseo. Subo al auto, entregada a la noche y al destino que mis amigos tienen preparado para mí. Damos unas cuantas vueltas por el centro de la ciudad, hasta que deciden parar en la plaza mayor. Bajamos a tomar un poco de aire, y mientras conversábamos, Bauti dice:
-          Che, estaría re bueno hacernos un viajecito, pero no acá nomás, tengo ganas de ir a la cordi. ¿Qué me dicen?
-          Y… ¡Estaría eh!, aunque nosotros tres nos aburriríamos, y yo sin mi chica no me voy a ningún lado – Respondió Agustín, y luego me preguntó: - ¿Y vos qué decís Alu?, ¿te prendés con nosotros?
-          Sí, pero podríamos invitar a Juli y Fran también. ¡Estaría re bueno!
-          A ver, esperen que llamo a Francisco – Dice Bautista – “Hola, ¿Pancho?, ¿qué hacés? Che, ¿se prenden con Julieta a un viajecito con Alu, Agus, Valen (la novia de Agus) y yo a la cordi?, a San Martín o a El Bolsón estaría bueno… Bueno dale, arreglamos bien mañana entonces, ahora les aviso a los chicos. ¡Un abrazo amigo!
-          ¿Dijo que sí? – preguntó Agustín.
-     Sí, dijo que justo sale de vacaciones en el trabajo, y que no cree que Juli tenga ningún drama porque va Alu, así que queda elegir el destino solamente.
-          ¡EL BOLSÓN! ¡POR FAVOR, VAMOS A EL BOLSÓN! – Les supliqué a mis amigos.
-          Y… Sería el lugar ideal, yo no conozco, Bautista tampoco, los chicos ni idea, pero vamos igual porque vos lo pedís amiguita – Me respondió Agus.
Esa noche seguimos dando vueltas. Paramos a comprar algo para tomar, paseamos un rato más y después los chicos me llevaron a mi casa. Subí a mi habitación, miré la hora en el celular y eran las 3:20 am. Me puse el pijama, me cepillé los dientes, y me acosté en mi cama, pensando en cómo sería nuestro próximo viaje, en los lugares que quería mostrarles a mis amigos, y en que al otro día lo primero que haría sería pedirle a mi papá el número de teléfono de su amigo, que tiene cabañas para alquilar en El Bolsón. Tenía absolutamente todo planeado en mi mente, siempre fui muy ansiosa, sobre todo cuando se trata de algo que me entusiasma mucho.